Este Fan Fic es para aquell@s que nos quedamos con ganas de saber más acerca del amor entre Benito y Noelia de la serie "Yo soy Bea": cómo Noelia dejó de resistirse, cómo fue el primer beso, su primera vez, cómo engendraron a su hijo...Como sabiamente dice una gran amiga mía: "Creo que es la mejor forma de celebrar el final de la serie y de recordar los mejores momentos que pasamos en compañía de algunos personajes inolvidables"

lunes, 24 de agosto de 2009

Capítulo 8: Celos, celebraciones, y más celos

Este capi se lo dedico a Selene, ya que he querido hacer un pequeño homenaje a su fic sobre Bárbara y Santi. Como notaréis, algunas partes están en cursiva, eso significa que esas escenas salen en su fic. Es como si los dos fics se entrelazaran... ¡Espero que os guste!


Benito se giró y se encontró de frente con la niña de sus ojos.

- ¡Paula!


Se levantó a gran velocidad y la abrazó con todas sus fuerzas, mientras Noelia miraba la escena desde el otro lado del pasillo.


- ¡Por dios, que guapa estás! Has crecido, ¿eh?


- Si vamos, en dos años he crecido mogollón… yo creo que habré llegado a los 2 centímetros… Anda anda, rubiales, que no cambiarás nunca.


- ¡Aaayyyy, como he echao de menos que me llamaras rubiales!


Mientras Benito y Paula se dedicaban continuas muestras de afecto, Noelia se iba acercando con disimulo a la puerta del baño para que no la vieran ninguno de los dos… no quería seguir viendo tanta ñoñería. Y además, algo en su vientre le hacía daño, pero no sabía que era…


- Bueno, ¿y qué haces aquí? ¿Dónde están Sandra y Gonzalo?


- Pues han ido con Cayetana y el enano a hacer unas compras por el centro, ya estaban deseando salir del pueblo y arrasar en todas las tiendas caras… ya sabes como son mi vieja y Cayetana… y lo que hago aquí… ¿es que no te has enterado del bombazo?


- ¿Qué bombazo?


- ¡Que la cerebro de guisante y el Santi se nos casan!


- ¿¡QUÉ!?


- ¿No te ha llegado la invitación todavía?


- Que va, tía. ¡Que fuerte! O sea que al final Santi ha conseguido echarle el lazo a Bárbarita…


- Ya ves… al final va a ser verdad que el que la sigue la consigue.


- Bueno, según en qué casos…


- ¿Y ese jeto que has puesto? A ver, qué ha sido de tu vida estos dos años… ¿te me has echao novia?


- Qué más quisiera, Paulita… pero ya sabes que yo soy un alma solitaria destinada a pasar mis días en soledad.


- ¡Anda anda! Ya será menos… seguro que alguna pibita ya ha caído.


Paula miraba a Benito con cara de pillina, pero él desvío la mirada hacia el suelo intentando esquivar la pregunta.


- Bueno, ¿y tú qué? ¿Te has ligado a algún cliente de esos metrosexuales que van a los balnearios?


- ¿Yo? ¡Ojalá! Pero es que todavía no he visto ni a uno… tú no sabes la de viejales que van al balneario. De esos ricachones, ya sabes…


Mientras hablaban, Noelia salió del baño mientras llegaban César y Be por el ascensor. Los tres se dirigieron a sus mesas mientras miraban de reojo a Benito y Paula, que sin hacerles caso, continuaban con su charleta.


Por casualidades del destino, a los 5 minutos aproximadamente aparecieron por el ascensor Chali, Bárbara y Santi. Los tres radiantes de felicidad. César se les quedó mirando sin quitar ojo de encima a Bárbara.


- Chicos, ahí viene Chali acompañada de una pedazo de rubia… Wow como está y también viene un chico de gafas…


Benito, Paula y Be se dirigieron de inmediato a saludar a los recién llegados. Hubo abrazos, felicitaciones, la presentación de Chali y Paula, y muchas risas. Mientras, Noelia y César se quedaban alucinados por el jaleo que se había montado en cuestión de segundos en la redacción tras la llegada de los visitantes.


Noelia no paraba de mirar a Benito, que sin hacerle ningún caso, estaba sonriente tras el reencuentro con sus amigos.


- Yo así no puedo trabajar…


Se levantó y tras presentarse fugazmente (obligada tras un agarre del brazo de Chali), se fue a tomar un café acompañada de su celestina particular, que iba a ayudar a Marga y a Claudio a preparar una celebración en el restaurante. Según lo que le contaba Chali, parecía que la rubia era su hija y el revuelo que se había armado era porque se casaba con el chico de gafas.


“Aquí todo el mundo prospera menos yo…”, pensó Noelia.


En el momento en que Chali y Noelia desaparecían por el ascensor, Santi empujaba a Benito hacia el baño ante la cara de asombro del ex-becario y de todos los presentes.


- ¿Y este secuestro repentino, tronco?


- Me he estado fijando en tu cara al llegar la chica esta tan mona… ¿Cómo dijo que se llamaba?


- ¿Noelia?


- Eso, Noelia… y no solo me he fijado en que no te quitaba ojo de encima, sino que además tú también la mirabas mucho… A ver Benito, desembucha… ¿te gusta esa tía?


- Vamos a ver Santi vamos a ver gustarme lo que se dice gustarme pues pues… pues si tío me gusta. Tú que tienes experiencia en esto… dame algún consejo tío, por favor por favor. Que a ti te salió muy bien la jugada. Yo sé que debajo de esa coraza de frialdad hay una buena chica. Y además… ayer… nos besamos.


- ¡Que caaaanalla! Y parecía tonto cuando lo encontramos… bueno, ¿y entonces? ¿A qué viene esa cara?


- Pues que ahora reniega de lo que pasó… no quiere admitir que en el fondo siente algo por mí, y yo ya estoy cansado de sus desprecios.


- Aaay, como me recuerdas a mí… ¡y mírame ahora! Solo tienes que tener un poquito más de paciencia y ya verás como acabáis juntos.


- ¿Tú crees?


- Pues claro… y para que veas que te lo digo en serio, voy a invitarla a la boda. A ver que surge entre baile y baile…


- Lo único que va a surgir es su cara de perros durante todo el día, y eso suponiendo que vaya a la boda… porque siendo como es Noelia y encima sin conoceros, muy difícil lo veo.


- Tú déjamelo a mí… vámonos.


Benito y Santi salieron del baño y volvieron a reunirse con las chicas. Be les presentó a César (culito bonito, según Paula), y Nacho llegó con Isabel e hizo lo mismo. Una vez hechas las presentaciones, se pusieron en marcha hacia el San Pan.


Por el camino, Benito y Paula se pusieron al corriente de sus vidas. Paula no paraba de asombrarse ante la cantidad de novedades que le contaba su viejo amigo: Álvaro y Bea triunfando por Miami y felizmente casados; la relación, salida del armario y posterior enlace del ex de su tía Cayetana con Richard; la cantidad de presidentes, directoras y accionistas que había habido en la revista desde que se fue su madre; y un millón de cosas más que habían pasado en esos dos últimos años. Pero lo que más le sorprendió es que… ¡el cara acelga estaba casado! Y no sólo eso, sino que se había vuelto una buena persona… la de cosas que se había perdido.


En ese mismo momento, Chali le servía un café a Noelia en la barra del San Pancracio.


- ¡Ay, que contenta me ha hecho mi cachorra! ¡Que se me casa, Noe, que se me casa! Quien me lo iba a decir hace dos años, que se casaba por dinero… ¡pero no, ahora se casa por amor!


Chali parloteaba sin parar, pero Noelia no le hacía caso y le cortó en medio de su monólogo…


- Oye Chali, ¿esa tal Paula quien es?


- Pues mira, yo personalmente no la he conocido nunca, pero me han hablado mucho y muy bien de ella.


- ¿Quién?


- Pues Benito, sin ir más lejos… por lo que se ve, fueron muy buenos amigos hace unos años. Creo que hasta se enamoró de ella.


- Vaya con la mosquita muerta… ¡y luego va de solitario por la vida!


- ¿Qué te pasa, Noe? No estarás celosilla, ¿verdad?


- ¿Celosa yo de esa quinqui? ¡Por favor! Solo porque sea guapa, joven, tenga un millón de cosas en común con el becario y que cuando los vea juntos se me líe un dolor por esta parte del estómago…


Chali empezó a reírse con ganas.


- ¡No te rías! ¡Y ponme una tila!


Mientras Chali le cambiaba el café por una tila a Noelia mientras seguía riendose por lo bajini, por la puerta del restaurante entraron los invitados especiales a la celebración del enlace entre Bárbara y Santi.


Entre brindis y brindis, Noelia no quitaba ojo de encima a Benito y Paula, que seguían hablando entre murmullos y riéndose sin parar. Harta de la situación, decidió que era hora de irse de allí.


- Bueno, no es que no esté disfrutando como una enana con tanta celebración, pero tengo una revista que sacar adelante. Porque si no fuera por mí…


Santi murmuró algo al oído de Bárbara, y tras asentir con la cabeza, se cruzó en el camino de Noelia para que no se marchara.


- Un momento, Noelia… como eres amiga de nuestros amigos, eso te convierte en alguien de confianza y por tanto, nos sentiríamos muy agradecidos si quisiera venir a nuestra boda.


Noelia se quedó mirando a Santi fijamente, pensando que a lo mejor ese friky le estaba tomando el pelo. Pero al ver la cara de ilusión de los dos novios, y la expectación que se había creado a su alrededor, comprendió que no estaba de cachondeo.


- Me siento muy halagada de que me invitéis a un día tan especial para vosotros, pero sin ánimo de ofender, no os conozco de nada. Y tampoco quiero ser la típica acoplada…


Noelia salió por la puerta, y ya en la calle, Santi salió en su busca.


- ¡Noelia, espera!


- ¿Santi, verdad?


- Ese soy yo.


- Mira, no es por ser maleducada, pero me repatea la gente que no entiende un no por respuesta.


- No no, tranquila, si no he venido a darte más la vara… sólo pedirte un pequeño favor: ya que eres TAN amiga de Benito, porque me ha contado un pajarito que os lleváis muy bien, ¿a ti te importaría dejarles a él y a su acompañante tu coche para poder llegar a la iglesia? Es que Beni no tiene coche y…


- ¿Cómo? ¿Que ese pardillo tiene acompañante?


- Claro… Paula.


Santi miró a Noelia expectante, y tal como había previsto, su plan funcionó al 100%...


- Pues no voy a poder dejárselo… porque he decidido que voy a esa boda.



CONTINUARÁ.

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