Este Fan Fic es para aquell@s que nos quedamos con ganas de saber más acerca del amor entre Benito y Noelia de la serie "Yo soy Bea": cómo Noelia dejó de resistirse, cómo fue el primer beso, su primera vez, cómo engendraron a su hijo...Como sabiamente dice una gran amiga mía: "Creo que es la mejor forma de celebrar el final de la serie y de recordar los mejores momentos que pasamos en compañía de algunos personajes inolvidables"

miércoles, 19 de agosto de 2009

Capítulo 3: Sentimientos encontrados

Parecía que lo había conseguido (las puertas estaban a punto de cerrarse), pero justo a tiempo Benito dio un salto y se coló por el estrecho hueco que quedaba.
- ¿¡Es que no me puedo librar de ti ni un segundo!?
Benito no dijo nada. Se limitó a mirarla con la espalda apoyada en la pared del ascensor, con los brazos cruzados y con una media sonrisa.
- ¿Qué pasa? ¿Te has tragado una percha o qué?
- Deja de fingir, Noelia… sabes perfectamente lo que sientes.
Benito se acercó a ella y le acarició la cara con el dorso de la mano, muy suavemente. Ella cerró los ojos y sintió esa caricia como si nada más existiera en ese momento… Benito se fue acercando lentamente, cogiéndole la cara suavemente, y justo cuando sus labios estaban a punto de rozarse…
- ¡¡Ey!!
- ¿Mmm? ¿Eh…?
- ¿Qué pasa, Noe? Te has quedado en babia… te estaba diciendo que dejaras de fingir, que sabes perfectamente que Ángel no llegará hasta tarde y por eso te escabulles… ¿Qué? ¿Escaqueándote del curro, eh?
Noelia se quedó mirándole fijamente, aún con la sensación de su mano acariciándole la cara. Después de unos segundos en los que Benito la miraba con las cejas arqueadas, consiguió articular palabra.
- No digas tonterías, Benito… Sólo necesito café, mucho café, toneladas de café. ¡Café en vena!
- Vale vale, tía, no hace falta que te pongas así. Solo estaba bromeando…
- Bueno, pues déjate de bromitas y vuelve a la redacción. Las maquetas no se van a hacer solas.
- A sus ordenes jefa.
Las puertas del ascensor volvieron a abrirse y los dos se toparon de frente con Reme, que se disponía a subir para repartir el correo.
- Hola parejita.
- ¿Parejita?
- ¡Ey Reme! ¿Qué tal guapa?
- ¡No somos parejita! ¿A caso tenemos pinta de parejita? Porque a mí no me lo parece, ¡no señor!
- ¿Y a esta que le pasa?
- Yo que sé, yo también la he notado más borde de lo habitual.
- ¡DIOS! ¡No lo soporto más!
Después de dar un respingo por el grito de Noelia, Benito y Reme la vieron salir corriendo como si huyera de algo espantoso… tal vez sentimientos encontrados.


(Media hora más tarde, en el San Pancracio, Chali se acercaba a la mesa donde estaba Noelia con sus 3 tazas de café)
- Chh, ¿y esa cara tan mustia? ¿Qué pasa, no te han gustao los cafeses?
- Esto ni es café ni es nada. Mucho agua y poca cafeína.
- Pos le he puesto la misma cafeína de to los días, y siempre te vas de aquí más feliz que una lombriz.
- ¡Pues hoy necesito más!
- ¿Qué pasa? ¿Algún problema en el curro?
- Nada que te importe, Chali.
- ¿Chali? Uy uy uy uy… ni mesonera, ni camarera, ni chabacana.
Chali se sentó a su lado y desplegó todas sus armas para que cualquier persona humana le revelara hasta su más íntimo secreto.
- Noe… ¿no será por Benito?


CONTINUARÁ

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